Angel Lavín
Madrid tiene una ventaja evidente para la realización de cualquier evento
deportivo y es que esta en medio de la península con lo cual el viaje por
carretera es muy llevadero para cualquier españolito. Si contamos que para
participar en otro campeonato de 24 ejercicios tenemos que ir hasta Cavallon,
Francia, que está a 1200 Km. de Madrid y que se realiza en tres días y como
mínimo, dos días más de viaje, para nosotros, los españolitos, en este
campeonato de Madrid “casi todo”, son ventajas
En líneas generales la competición se puede catalogar como muy buena, el “pero”
de realizarse en dos lugares tampoco es un obstáculo significativo, si el tiempo
y la autoridad acompañan.
Lo de la autoridad tiene su porque, en el hecho de que si no se aúnan criterios
o de una santa vez, la Federación Española, en el ámbito de sus competencias, no
hace lo posible por regular definitivamente las peculiaridades, de esta
modalidad, con la administración española estamos a expensas de que por
criterios más o menos profesionales o más o menos interesados y cualquier día no
se celebrará una competición.
En lo deportivo la competición fue muy fluida, los ejercicios dignos de un
campeonato del mundo, sobrios en cuanto a decorados y adornos pero problemáticos
y con muchas dificultades, en suma muy interesantes.
Todos los ejercicios tuvieron su miga pero habría que destacar, por lo poco
habitual, el ejercicio uno con distancias lejanas para lo que es habitual con
tarjetas a 50, 35, 15 y 10 metros con una buena criba de puntos.
El ejercicio diez, un ejercicio de desorientación que se pueden resolver de
muchas maneras, donde las tarjetas se ven desde varias posiciones y que hay que
vigilar cada hueco porque siempre puedes encontrar una ventaja.
El ejercicio 22 donde los dos NS que ocultaban las tarjetas le daban un riesgo a
la resolución y había que tener muy claro el tiempo en los que los blancos
estaban al descubierto para resolverlo.
El ejercicio 18 donde asistimos al hechos “histórico” del primer DQ de Jorge
Ballesteros por abatir un PP pasada la línea de falta. Este ejercicio era
bastante liado y con minitarjetas. Era necesario estar muy pendiente para
resolverlo correctamente porque te pasabas con mucha facilidad la zona óptima de
tiro y tenias que modificar la posición con la consiguiente pérdida de tiempo.
Y para mí el ejercicio 17 donde hice todo lo que no se debe hacer, un ejerció
simplón que no se podía resolver más que de una forma y sin ninguna dificultad o
como única dificultad un móvil muy fácil y una ventana que se abría tirando de
una cuerda y había que mantener tirante para que no se cerrara y que si se
cerraba se atrancaba y no volvía a abrirse tirando (como había llovido la madera
se había hinchado). Por esa ventana se tiraba a dos PP y una tarjeta que estaban
a unos 10 metros sin ningún problema para hacerlo con una mano.
¿Pues que le paso a este que escribe?, que intentando tirar con las dos manos
(todavía no se porque) por esa ventana, con el tirador que colgaba de la cuerda
solté el cargador accidentalmente. Cara de tonto…. suelto la cuerda para
remplaza el cargador…. se cierra la venta….reemplazo el cargador…agarro el
tirador… tiro de la cuerda…. no abre…., vuelvo a tirar sigue sin abrir…. aparto
la pistola de la ventana …. patada a la ventana…. y por fin se abre la puta
ventana, meto la pistola y con una mano los dos poper y dos alfas de la tarjeta
en una secuencia rápida.
Ejercicio a la mierda, de todas maneras para empeorarlo aun más, en una tarjeta
a menos de 10 metros tenía un miss.
Esto lo comento porque yo no os podré decir cómo ganar una competición, ya que
yo no soy capaz de ganarla, pero si de cómo perderla en un ejercicio, en lo que
soy un genio.
Si en una competición viendo que tienes un ejercicio fácil y crees que le vas a
sacar ventaja y sales acelerado y a muerte desde el principio… pues eso….
Mueres, porque cuando tu mente esta acelerada cometes errores burdos. O sacas
algún tiro de la tarjeta o tomas una decisión que será un desastre. Si te pasas
de frenada, pierdes y si te pasas en el acelerón pierdes.
En nuestra escuadra éramos cinco porque faltaron “algunos amigos gallegos
malquedas” que aparecen en esta página.
A pesar de algunas dificultades acabamos en ambos campos, los dos días, a las
cuatro de la tarde, lo que significa que los árbitros, bien, por no decir muy
bien, la organización muy buena, consiguió mantener el ritmo de la competición
en todo momento y los resultados estaban en el tablón de Canto Blanco a las 17
horas del domingo.
En resumen, una competición a una distancia de cómo máximo siete horas de viaje
en coche, con 24 ejercicios que se realiza en un fin de semana viajes incluidos,
con las tardes libres y con un nivel de ejercicios de campeonato de Europa, por
100 euros de inscripción, es un momio.